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EL ARTE ÚLTIMO DEL SIGLO XX

  • Foto del escritor: Maria Gabriela Moreno
    Maria Gabriela Moreno
  • 26 mar 2020
  • 3 Min. de lectura

Capítulo decimonoveno “el cuerpo como lugar de prácticas artísticas”

Anna Maria Guasch

La lectura de este capítulo del libro por su amabilidad en términos, referencias e imágenes que ilustran lo expuesto es apta para cualquiera que tenga cierto interés e intriga en el arte desde un punto crítico social, siendo de esta manera una especie de guía para principiantes o inexpertos en el ámbito de las artes plásticas particularmente inclinado al arte corporal, de modo que la autora hace un recorrido minucioso por las obras de artistas específicos diferenciados en dos concepciones de la representación del cuerpo.

Dichas representaciones variaban en la manera en que se mostraba y exhibía el cuerpo dentro de la obra, es decir, su contexto e imagen. La primera era una propensión con aires de, dentro del mundo del arte conocido como, simulacionismo pues no representa a primera vista la realidad corporal, sino que sirviéndose de objetos del diario vivir (con los que el cuerpo tiene siempre algún tipo de interacción) establece un tipo de ilusionismo o alegoría para acercar al espectador a lo que quiere transmitir. La segunda concepción es, en esencia y no en propósito, lo contrario a lo descrito anteriormente dado que en este lado del panorama la figura del cuerpo se expone de una manera real en sí misma, sin cubrimientos, en lo que para esta sociedad aún conservadora sería un sentido vulgar, impúdico, ordinario o en palabras a las que acude A. Guasch: Abyecto.

Para ilustrar mejor, el texto describe algunas exposiciones de las que forman parte selectos artistas que más adelante se analizarán a profundidad en el mismo capítulo y otras que son imprescindibles por su fundamento. Se habla de cuestiones como la superación de las nociones de sexo y género, la influencia de la ciencia y la tecnología en el dominio individual del ser, el reconocimiento de identidades minoritarias, entre otros… que convergen en ideas de conflicto frente a la cultura y los estereotipos vinculados o propios a la vulnerabilidad del cuerpo. Partiendo de allí, comienza el recorrido por los artistas del cuerpo.


Cindy Sherman: Untitled # 250, 1992. De la serie Sex Pictures (Imágenes de sexo).


Para ser breve, Anna Maria Guasch dispone de 8 artistas para ver en cada uno su proceder de conducir la experiencia individual del ser a la esfera pública: sea la expresión de inconformidad por la imagen hipersexualizada y cosificada en unos casos o ideal sumisa de la mujer en una sociedad patriarcal falocentrista desde fotografías “que desfetichizan y desubliminan el cuerpo, que, de esta manera se convierte en localización de lo abyecto, en tanto que opuesto a lo sublime y a lo bello” (Guasch, 2000, p.505); el uso de elementos cotidianos para la reflexión de la construcción del cuerpo social y crítica a la marginación de diferencias sexuales y minorías; exponer tabúes sexuales y situaciones violentas a través de videos de performance utilizando simbolismos de excresiones del cuerpo humano; exploraciones espirituales y de violencia normalizada reflejadas en esculturas del cuerpo humano expresando sufrimiento; o fotografías de personas marginadas vistas como desechables en el plano social (habitantes de calle, prostitutas, drogadictos, homosexuales, travestis).

Así pues, concluye el decimonoveno capitulo, que deja al lector una impresión de que la representación del cuerpo en un sentido abyecto apela al shock y al escándalo como herramientas para producir un impacto crítico contundente y evidente en los espectadores.

REFERENCIAS

Guasch. A. (2000). El arte último del siglo XX del posminimalismo a lo multicultural. Madrid: Alianza editorial.

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